Si tuviéramos que elegir un solo aspecto de la vida que le hubiera otorgado a la sociedad esa modernidad de la que presume, probablemente nos hubiéramos quedado con algo ligado a la tecnología. Desde que Internet irrumpiera en nuestras vidas hace algunas décadas, han sido cuantiosos los avances que se han producido en esta materia y que nos han permitido gozar de una comodidad que ni siquiera podíamos imaginar allá por los años noventa. Hemos ganado esa comodidad en todos los niveles y podemos decir que Internet es ya una necesidad básica para el ser humano.
Pero es que la red también ha provocado que las personas y las empresas que conforman tengan nuevas necesidades. Como todo el mundo surfea en la red prácticamente a diario, las empresas necesitan publicitarse en un entorno como este para obtener una rentabilidad que sea suficiente para perpetuar su negocio. Lo que antes era una pelea por obtener mejores espacios publicitarios en el centro de las grandes ciudades ahora tiene más que ver con el posicionamiento que tenemos en un determinado buscador, en la mayoría de las ocasiones Google. Así se mueve el negocio del marketing a día de hoy.
Da prácticamente igual en qué sector de actividad se encuentre una determinada empresa, porque va a requerir del posicionamiento del que estamos hablando y de otros asuntos ligados al marketing digital, como pueden ser el diseño web, la elaboración de un perfil interesante en sus diferentes redes sociales o el posicionamiento SEO y SEM. Es a través de medios como estos como se puede sacar adelante una buena campaña digital que nos permita tener posibilidades de darnos a conocer entre un público determinado o mantener nuestra imagen en él. Sin duda, esa sería una ventaja competitiva muy grande sobre cualesquiera que sean las empresas de nuestra competencia.
La evolución que estamos viviendo en materia de publicidad digital está siendo realmente grande en los últimos años. Para argumentarlo, hemos echado mano de un estudio realizado por el portal web Statista en el que se establece cuál fue la inversión anual en publicidad digital en España desde el año 2012 hasta el 2022. En el primero de esos años, dicha inversión alcanzó los 880 millones de euros, una cifra que por entonces no estaba nada mal y que ya anticipaba todo lo que estaba por venir. Para 2014, se habían alcanzado los 1.000 millones y, solo dos años más tarde de eso, la cifra era ya de más de 1.400 millones de euros.
El crecimiento siguió siendo exponencial. En 2018, se superó la barrera de los 2.000 millones de euros. La evolución era total y absolutamente imparable y continuó caminando por esta senda durante el año pasado, cuando la inversión anual en publicidad digital superó los 2.600 millones de euros, amenazando de este modo con llegar a otra cifra redonda más, unos 3.000 millones de euros a los que es posible que lleguemos a lo largo de un 2023 en el que continúa creciendo el número de empresas que confían en este modelo de marketing y que buscan obtener réditos con él.
¿Qué situación nos encontramos si hablamos de porcentajes en relación al total de inversión publicitaria? De eso habla la noticia a la que hacemos referencia en este párrafo y que proviene del portal web Marketing4Ecommerce. En este año, los medios digitales ya suponen el 46’8% del total de la inversión publicitaria en el interior de nuestras fronteras, una cifra realmente importante y que también anticipa que está inversión dentro de poco va a ser mayor que la de la publicidad tradicional, algo que nos parece lógico si se quiere posicionar a una empresa en el mercado.
Los resultados de esta apuesta se están dejando notar en los momentos en los que nos encontramos. Las empresas que han apostado tradicionalmente por un entorno web para publicitarse están empezando a obtener réditos y a ver reflejado con resultados un proyecto que les ha llevado no solo a mejorar sus ventas, sino también a conseguir una imagen de marca que les hace ser compañías reputadas y con un amplio margen de crecimiento todavía dentro de sus respectivas ramas de actividad.
Hay, en cambio, algunas empresas que están empezando a apostar por el entorno online ahora y que hasta el momento se han defendido como han podido en el terreno de la publicidad tradicional. No estamos diciendo que sea incorrecta esta manera de proceder porque, hasta ahora, ese tipo de marketing ha seguido aportando frutos, pero es verdad que estamos en un momento que podría ser un punto de inflexión en la balanza entre lo tradicional y lo digital y hay que adaptarse a las necesidades que nos impone de alguna manera la tecnología para seguir manteniendo a nuestra empresa dentro de su sector.
¿Por dónde suelen empezar las empresas a la hora de apostar por una estrategia de marketing digital? Hemos querido elaborar un pequeño análisis al respecto y la respuesta que nos han dado en DCM-Web es la de que el primer paso es siempre diseñar una página web. Se trata del elemento básico a través del cual vamos a poder orientar lo demás y que nos va a servir no solo para empezar a hablar de los productos o los servicios que comercializamos, sino también para transmitir los valores y la filosofía de la compañía, además de ser un medio a través del cual podemos demostrar ser transparentes.
Después vienen las redes sociales y los posicionamientos
Después de haber construido una página web que nos proporcione todas las ventajas de las que ya hemos hablado, es hora de ir elaborando todos los elementos que rodean al marketing digital. La elaboración de perfiles en las redes sociales que nos interese es también de una importancia muy grande y posicionar esa web y esas redes es un paso posterior y muy importante para que la gente nos vea y sea consciente de todo lo que le podemos ayudar.
Hay muchos ejemplos de empresas que han empezado a encontrar grandes resultados cuando todos estos elementos digitales han empezado a convivir. Cuando disponemos de una página web, cuando también tenemos perfiles en redes sociales y cuando posicionamos ambas cosas es cuando empezamos a obtener verdaderos réditos de la apuesta digital que hemos decidido emprender. La recomendación siempre ha de ser la de que nuestra estrategia gire en torno a esto, aunque luego tengamos en consideración algunos aspectos que tengan que ver con un tipo de publicidad más tradicional. Lo digital siempre ha de llevar la delantera en estos tiempos aunque lo tradicional deba seguir estando ahí.
Una web, elemento idóneo para entrar en el campo del e-commerce
Vender a través de Internet es una de las acciones que más se están desarrollando en los últimos tiempos. El diseño y desarrollo de una página web dedicada a la venta online es uno de los proyectos que las empresas se están viendo obligadas a acometer en los últimos años. Y es que la mayoría de los consumidores queremos comodidad a la hora de comprar, pasando esa comodidad por el hecho de ahorrar tiempo y dinero en los desplazamientos hasta una tienda física.
Hay muchos casos de entidades que ya venden más a través de su página web que en sus canales físicos, en tiendas. Esta situación ha supuesto un verdadero desafío porque es verdad que requiere de una rapidez logística que dé respuesta a la inmediatez que demandan los consumidores en el momento en el que nos encontramos. Pero es la mejor manera de competir que podemos encontrar en la actualidad. Ya no solo se compite por precio o calidad, sino también por tiempos de entrega. Y quien sea capaz de reducirlos al máximo dentro del comercio electrónico tendrá mucho ganado.
También es de justicia decir que esta es una gran oportunidad para que las empresas puedan reducir sus costes fijos, que son esos que determinan en buena medida la competitividad de la empresa. Quitarse del medio un coste como el del alquiler hace que tengamos una capacidad mucho más grande de maniobrar en términos de precios, lo cual aporta un extra de tranquilidad a un negocio que va a seguir adelante con mayores mimbres para ser rentable y obtener más beneficios que garanticen esa perpetuidad de nuestra actividad de la que estábamos hablando en párrafos anteriores.
Lo que es evidente es que no se puede huir de la tecnología en un momento como el actual. Es la base sobre la que gira cualquier estrategia de ventas y sobre la que se encuentra la vida de la mayoría de la población. Es un sitio en el que hay que estar y por el que hay que invertir. Sin tecnología, es completamente imposible que exista la posibilidad de construir empresas rentables ni de hacer mejor la vida de la gente. Estamos convencidos de que las empresas españolas y las del resto del mundo tienen bien aprendida esta lección y que la van a seguir poniendo en práctica.
