La educación es siempre un factor no vamos a decir que importante, sino capital a lo largo de nuestra vida. Ir adquiriendo los conocimientos necesarios para asumir responsabilidades en un futuro es una de las cuestiones que pueden ayudarnos a convertirnos en una persona de provecho, eficaz y eficiente en el trabajo y en la vida en general. Sin duda, hablamos de uno de los asuntos que van a marcar nuestra existencia y que seguramente nos van a hacer ganar más o menos dinero. Podéis tener claro que, con conocimientos, las opciones de tener una buena vida crecen como la espuma.
Sin embargo, cometemos bastantes errores en lo que tiene que ver con el análisis de cómo ha de ser esa educación y formación, sobre todo porque tendemos a pensar que eso es algo que solo hay que proporcionar a los más pequeños, aquellas personas que se encuentran en el colegio, en el instituto o en la universidad. Y la realidad no debe ser así. La educación es algo que puede ser susceptible de estar siendo enseñada a personas de todas las edades. Incluso a las que ya están jubiladas, si nos apuráis.
En una noticia que fue publicada en la página web del ABC de Sevilla se informaba de que hay personas que vuelven a la Universidad con la jubilación. Desde luego, no cabe duda de que es una idea extraordinaria y que refuerza todo lo que os estábamos comentando en el párrafo anterior. La educación es positiva en cualquiera de los momentos de la vida en los que llegue y nunca debemos perder de vista la gran relevancia que tiene eso a la hora de ir formándonos y constituyéndonos como personas. Nunca es demasiado tarde para eso, os lo podemos asegurar.
En una gráfica que publicó el portal web Statista, el 10% de las personas de este país que contaba entre 25 y 64 años disponía de un grado de más de 240 créditos ECTS. Ni que decir tiene que se trata de un porcentaje interesante y que pensamos que va a crecer de cara a los próximos años. Está claro que se necesita formación en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida. Nunca es demasiado tarde para aprender cosas nuevas y tenemos la gran suerte de que muchas personas están de acuerdo con eso y apuestan por seguir aprendiendo incluso cuando llevan años trabajando.
El problema de intentar acceder a los estudios superiores cuando tenemos una cierta edad es que no conocemos cuáles son los pasos para llevar eso a cabo. Y hay demasiadas personas que se echan para atrás a la hora de iniciar un determinado tipo de estudios por esta causa. Así nos lo han transmitido los profesionales del Centro Universitario San Bernardo, que a pesar de eso ha notificado un aumento de la población que, en algún momento de su vida posterior a los 25 años, ha valorado la posibilidad de acceder a la Universidad.
Una tendencia que va a crecer
Estamos seguros de que esta tendencia va a seguir creciendo de cara a los próximos años. Hay muchas personas que son perfectamente conscientes de que vivimos en una sociedad en la que la competitividad entre las personas y las empresas es cada día más fuerte y que quieren sentirse útiles por mucho que dispongan de un trabajo fijo. Progresar en todos los aspectos de la vida es algo que debemos valorar en todo momento y uno de los medios idóneos para conseguirlo es apostar por la educación superior aunque las características de la sociedad indicaran que no nos «corresponde» por edad.
También estamos seguros de ese aumento del que os hablamos a causa de que cada vez hay más empresas que financian estudios superiores a sus empleados. Sin duda, esta es una de las mejores maneras que tienen las compañías de conseguir que sus profesionales se desarrollen todavía más, que sepan asumir más competencias y que sean todavía más eficaces y eficientes. Y es un aspecto que, además y por si fuera poco, motiva bastante a las personas que forman parte de un equipo. Es bastante interesante que tengamos esto en cuenta si estamos al cargo de una empresa.
Una sociedad será siempre mejor y más libre en función de los conocimientos y la formación de la que dispongan las personas que la componen. Y, para ello, no cabe duda de que es vital un paso por la universidad. Es cierto que no solo debemos depender de ese paso por la universidad, pero también es verdad que es conveniente que todas las personas tengan la posibilidad de acceder a ese grupo de aprendizajes que solo podemos adquirir con un paso por esa universidad. Afortunadamente, en España hay más personas que pueden vivir una experiencia como esta.