Vivimos en una sociedad que es la más globalizada de todas cuantas hemos conocido a lo largo de los siglos y las décadas. Desde luego, no cabe la menor duda de que, a día de hoy, y al margen de la pandemia que nos asola, estamos en un mundo en el que es relativamente fácil acudir hasta a cualquiera de sus países o ciudades. Y esa es una verdadera maravilla para el ser humano, que ahora es más libre que en ningún otro momento de la Historia por mucho que a veces se pueda plantear alguna cuestión al respecto.
Es cierto que, para algunas cosas, es mucho más complicado que el mundo sea globalizado. A causa de esto, ha aparecido una serie de necesidades que hasta ahora no eran necesarias para las personas y las empresas pero que se han convertido en fundamentales en los momentos en los que nos encontramos. Por poner solo un ejemplo, hablaremos del hecho de conocer idiomas, que ya es una de las cuestiones consideradas como elementales para tratar de desenvolvernos en un lugar que no sea precisamente al que estamos acostumbrados ni mucho menos.
Una noticia perteneciente a la Organización de Naciones Unidas (ONU) informaba de que hay un total de 244 millones de personas en todo el mundo que tienen su residencia habitual más allá de las fronteras de su país, lo que nos da una primera idea de lo globalizado que está este mundo y de la necesidad tan grande que tienen las personas de conseguir conocimientos relativos a otros idiomas. Y es que, de no ser así, la capacidad de vivir en un lugar que no es el suyo se reduce de una manera lo suficientemente drástica como para no ser capaces de adaptarnos jamás a ese entorno.
Ni que decir tiene que ocurre lo mismo en lo que tiene que ver con las empresas. Hay muchas multinacionales por todo el mundo, empresas que requieren de personas que conozcan de primera mano idiomas de todos esos países en los que su empresa instala una sucursal. Desde luego, lo que está claro es que la capacidad de adaptarse a entornos diferentes y variantes es algo fundamental a día de hoy y es algo para lo que un idioma es clave y que puede suponer una clara diferencia entre el éxito y el fracaso en nuestros propósitos.
En un mundo en el que las distancias físicas se han reducido o incluso han desaparecido, conocer idiomas se ha convertido en uno de los asuntos más necesarios para el ser humano y para las empresas que construye. Un buen barómetro para medir esta importancia es el uso que empresas y particulares hacen de los servicios de traducción. Es por eso por lo que hemos querido contactar con Eikatrad, traductor jurado oficial en francés, queriendo saber, por nuestra parte, si la demanda de este tipo de servicios ha seguido creciendo en la última década, tal y como ocurrió desde el año 2000 al 2010. La respuesta no solo ha sido afirmativa, sino que, desde dicha entidad, nos han asegurado que la evolución de la demanda ha crecido de una manera exponencial.
Una necesidad que solo puede crecer
Lo que tenemos claro en un momento como este es que la necesidad de seguir haciendo uso de los idiomas va a seguir aumentando de cara a los próximos años. Es algo que no nos sorprende en absoluto y que, desde luego, marcará el futuro de la sociedad y, por ende, el de las personas. Estamos en un momento en el que la internacionalización está a la orden del día. Y ese proceso no tiene pinta de que se vaya a detener.
Podemos decir que las nuevas generaciones están más preparadas para hacer frente a las necesidades que se van a demandar en materia idiomática. La educación es clave en lo que respecta al conocimiento de idiomas y es por eso por lo que, desde todos los gobiernos del mundo, se intenta promover el conocimiento de los idiomas de referencia en el mundo. Y es que saber hablar otras lenguas no solo implica una mejora comunicativa global, sino que también tiene mucho que ver con una mejora en la absorción cultural del ser humano.
Nadie puede dudar de que la necesidad de comunicarnos vaya a seguir creciendo en los próximos años. Es una necesidad que se traslada al plano económico, que es el que nos da de comer a todos y todas. Teniendo en cuenta que las distancias físicas, como ya hemos apuntado, se han reducido de una manera considerable, apostar por el conocimiento de idiomas o por solicitar algún servicio relativo a los mismos es una inversión que proporciona ventajas y que, sobre todo, abre puertas. Nadie puede prescindir de una oportunidad como esta.