Aunque parece que el invierno se resiste a marcharse, hay quienes ya tienen su mirada puesta en las nuevas tendencias que van a lucir en la próxima temporada.
Como se ha podido ver en las pasarelas de todo el mundo, las colecciones de prêt-a-porter femenino presentadas por todas las firmas devuelven la imagen de una mujer que se divide entre su conciencia ecológica y el deseo de exuberancia. De ahí que se haya podido ver cómo aumenta el uso de materiales reciclados y ecológicos, en las prendas más básicas, dejando ver una imagen más minimalista que contrasta con los colores llamativos y los volúmenes exagerados propios de una moda más barroca, inspirada en el espíritu del s. XVIII.
La moda más verde
La emergencia ecológica ha tomado los desfiles de esta nueva temporada. Un buen número de diseñadores han querido expresar así su preocupación por un tema que también está muy de moda. Lo han querido hacer no sólo a través de los materiales de sus prendas, si no también a través de las puestas en escena, desde el bosque que sirvió de decoración en Dior, cuyos árboles serán replantados, hasta la jungla de cartón y plástico reciclado de Marni, pasando por el tema «marea negra» evocado por Marine Serre.
No sólo el material evoca la ecología, ya que se ha utilizado toalla para realizar vestidos o turbantes, como ya se pudo ver con anterioridad en la colección masculina, si no que los estampados verdes, llenos de hojas, de flores, nos llevan una y otra vez a la naturaleza.
La propuesta se centra también en contaminar menos. Y la forma que nos proponen de hacerlo es creando un armario de prendas básicas, de estilo minimalista que, gracias a sus colores monocromáticos y sus tejidos, sea práctico y fácil de combinar.
Con lo que respecta al color, podremos encontrar tonos pastel salpicando todas las prendas de la temporada, lo que otorgará a nuestro armario un espíritu refrescante a la vez que delicado.
Destacan por su interés los trajes pantalón, los hombros al desnudo y las gabardinas. Estas tendencias marcarán, también, el estilo de la próxima estación.
Nada gusta más que un traje de hombre llevado por una mujer. Los trajes pantalón se volverán de lo más sensual, ya que la propuesta es llevarlos con maxi chaquetas, sin camisa, con lo que se podrá entrever el sujetador o bandeau. Se trata de una pieza atemporal que se va a ver en todas las gamas, desde los clásicos negros y blancos, hasta los colores pastel tan de moda, pasando por los flúor para las más atrevidas.
La asimetría sigue siendo una apuesta segura para los diseñadores. En esta temporada, más allá de faldas y vestidos, que nunca son rectos, vamos a poder ver muchas prendas que lo que hacen es destapar un hombro, cubriendo a la vez el otro brazo con grandes volúmenes. Esta tendencia se propone en camisetas, tops y vestidos a los que también se les va a ir descubriendo la espalada cada vez más.
La gabardina es una prenda que pasa por todas las temporadas, siempre la podemos tener en el armario. Y esta vez con más razón: más allá del modelo ultra clásico con proporciones y silueta ligeramente modificadas, los diseñadores compiten con la inventiva para crear nuevos modelos de gabardinas totalmente inesperadas, decoradas, desestructuradas, desmembradas y recompuestas, lo que hará que pasen de ser un básico a un imprescindible en nuestros looks.
Looks bohemios
La combinación de telas y estampados harán que esta temporada reine el estilo boho chic y el toque urbano. Faldas largas, camisolas, túnicas, vestidos de moda estampados con varios tipos de telas combinadas en retazos. Una temporada completa de looks coloridos, relajados, femeninos y con muchos flecos y otros detalles que refuercen un look descontracturado. Así es una parte de la colección que presenta HHG para la nueva temporada, que además de apostar por el estilo ibicenco y las camisas de inspiración ochentera, basa su nueva colección en el denim, que vuelve a estar en las primeras filas, aunque nunca ha dejado de estar de moda.
Complementos
Esta temporada lo de “menos es más” ha quedado obsoleto. Se llevarán maxi bolsos, dejando atrás tendencias de otras temporadas en las que se reducía su tamaño a la mínima expresión. El bolso de mano en un formato gigante, de estilo de bolla de marinero, va viento en popa, como hemos visto de una capital de la moda a otra.
Lo mismo ocurrirá con las gafas. Además de ser el accesorio del verano por excelencia por razones obvias, se trata del complemento ideal para conseguir looks completos. Si quieres estar a la última, esta temporada se llevan las gafas tamaño XXL, oscuras y con marcos llamativos.
En cuanto a vestir nuestros pies, los zapatos que se usarán en la temporada de primavera verano apuestan por sumar color y frescura a nuestro vestuario. Veremos incluso diseños con estampados y materiales con brillos y detalles coloridos. El blanco y el naranja serán dos de los colores más elegidos, aunque aquí también los tonos pastel coparán el sector. Las zapatillas, que seguirán siendo las reinas indiscutibles de los looks más casual, también se apuntan a la moda del color, y es que es así como se diferenciarán de las de las temporadas pasadas.
Espíritu del siglo XVIII
Como ya hemos señalado esta temporada será una temporada de contrastes. Mientras por el día predominarán looks más fluidos, minimalistas, colores pastel, tejidos naturales, por la noche la tendencia será dejarse llevar por prendas exageradas, que se encuentran entre el romanticismo victoriano y la exuberancia barroca: sombreros grandes, vestidos de cola, cancán o volúmenes de canasta en las caderas, crinolinas, nudos gigantes, mangas abullonadas en los hombros y algunos juegos de encaje y brocados que anuncian la opulencia que llegará desde las pasarelas del todo el mundo a nuestros armarios y complementos.
Es casi una paradoja que en pleno verano de 2020 la propuesta sea vestirnos casi como una Menina, por muy protagonista que sea de una de los cuadros más famosos de Velázquez, pero la realidad es que la mayoría de las firmas de alta costura han apostado en sus desfiles por una silueta llevada al extremo que evoca irremediablemente a aquellas faldas ahuecadas que se llevaban en el s. XVII y XVIII.
Para gustos los colores, y para este tipo de propuestas, ¡las valientes!