En la restauración, el uso de envases reciclados y reciclables se ha hecho costumbre. Ahora nos toca a nosotros, los consumidores. No basta con separar la basura adecuadamente y tirarla al contenedor que corresponde, es importante que nos acostumbremos a utilizar envases reciclados. Te explicamos cómo lo puedes hacer.
Cada español produce al año medio millón de toneladas en basura. De ellos, más de la mitad son envases. El periódico elDiario.es subraya que solo un 20% de nuestra basura se termina reciclando, unos 189 kilos anuales por persona. Tan solo 94 kilos se tiran de forma selectiva.
En cuanto a la basura, España continúa siendo un país de vertedero. No usamos, lo que deberíamos, los sistemas de reciclaje. Pero es que, además, continuamos usando envases que son difíciles de reciclar.
No sé si es por conciencia medioambiental o por ahorrarnos algo de dinero, el español tiene la tendencia a reutilizar envases. Esto puede ser bueno para el planeta en un principio, pero si lo que hacemos es reutilizar plásticos, puede volverse perjudicial para nuestra salud.
Un ejemplo de ello son las botellas de agua que rellenamos con agua del grifo que a veces hemos depurado por algún sistema de filtros. Estos envases de plástico con el tiempo terminan descomponiéndose en microplásticos que dañan nuestro organismo. Algunos estudios señalan que estas sustancias son cancerígenas. Si queremos guardar agua o cualquier líquido a granel, la mejor opción es utilizar envases de vidrio. Un material que no se descompone.
Algo parecido sucede con los tupper. Los utilizamos para guardar comida en el frigorífico o para llevarnos el almuerzo al trabajo. Nos resultan útiles porque los podemos calentar en el microondas. Sin embargo, la vida útil de estos envases es limitada. Este plástico también termina descomponiéndose como el de las botellas.
Aunque nos suponga un pequeño esfuerzo económico, vale la pena que sustituyamos estos tupper por otros envases reciclados y reciclables, como ya han hecho en los restaurantes y establecimientos de comida para llevar.
Utilizar estos envases ecológicos es bueno para el planeta por dos razones. La primera de ellas es porque no agotamos los recursos naturales. Contribuimos a poner en marcha una economía circular, por la cual, parte de nuestros residuos se utilizan para fabricar nuevos envases. El segundo, es porque para fabricar envases con materiales reciclados, en muchas ocasiones, necesitamos menos energía que para transformar la materia prima natural.
Esto se puede apreciar en la fabricación de envases de celulosa. La celulosa reciclada requiere entre un 30 y un 50% menos energía que la que se obtiene directamente de la madera talada.
Hemos hablado con los responsables de Chiwawap, una tienda online que comercializa envases ecológicos al por mayor. Trabajan principalmente con hoteles, restaurantes e industrias alimenticias. Estas son algunas ideas interesantes que nos han dado para los hogares.
Tupperware de cartón.
Estos envases los estamos viendo cuando los domingos vamos a una rotisería y pedimos un pollo al ast con patatas. En muchos de estos establecimientos han sustituido los envases de plástico por unas bandejas que parecen de cartón. Sorprendentemente, este envase no se moja con el caldillo que ponen en la tienda para que el pollo no se reseque. Para nuestra sorpresa, este envase conserva bastante bien el calor. Esto sucede por el tratamiento que le han dado al material en la fábrica.
Actualmente, encontramos envases con una tapa hermética, fabricados con cartón reciclado, con los mismos tamaños que los tupper que usamos para llevar la comida al trabajo, que son aptos para el microondas. Resisten la grasa y el líquido, y dependiendo del modelo, pueden aguantar varias horas en el frigorífico.
Quizá no sean la solución adecuada para guardar comida durante días en el frigorífico o en el congelador, pero si son bastante prácticos para trasportar comida de un lugar a otro.
Una vez utilizados no pueden volverse a utilizar, no admiten un segundo uso, pero son un producto que se puede reciclar sin problema.
Esta es una solución que se ha hecho popular para uso industrial. Es menos frecuente en las casas. Pero si buscas, puedes encontrar tuppers de este tipo entre unos 15 y 30 céntimos la unidad.
Vasos de celulosa de un solo uso.
Este es un artículo habitual en bares y cafeterías. Antes, cuando ibas a la cafetería que está al lado de tu trabajo y te pedías un café para llevar, te lo solían servir en un vaso de plástico desechable. Ahora lo hace en uno de celulosa. Como de un cartón blando que arrugas fácilmente con la mano cuando has terminado de beber el café.
Como sucede con los envases de los que hemos hablado antes, no se mojan ni se estropean porque contengan bebida. Aguantan bastante bien el calor. Son tan prácticos que hasta se utilizan en las máquinas de café que van con monedas. O los utilizan, con un tamaño mayor, para servir los refrescos en los restaurantes de comida rápida.
Esta no es una alternativa para usarla a diario en casa, Para beber tenemos nuestro menaje de vasos de plástico. Pero siempre hay alguna ocasión en la que nos viene bien utilizar vasos desechables. Como, por ejemplo, cuando hemos organizado una fiesta de cumpleaños o con amigos. Estos vasos de celulosa son más respetuosos con el medio ambiente que los tradicionales vasos de plástico.
Lo bueno que tienen estos envases es que para las familias son más fáciles de conseguir. Los puedes encontrar por un módico precio en cualquier bazar de artículos para el hogar. En las antiguas tiendas de todo a un euro, que ahora son más caras. Si los buscas por internet los puedes encontrar aún más económicos. Entre 3 y 10 céntimos la unidad.
Cubiertos de madera o de fibras vegetales.
No me estoy refiriendo a esos cucharones de madera que utilizamos para cocinar, sino a unos cubiertos finos, como los palos de un polo, que seguro te han dado alguna vez en una tienda de comida para llevar.
Estos tenedores y cucharillas parecen enclenques, pero cumplen su función. Aunque sea para un solo uso. Si se utilizan es porque son fáciles de producir y no contaminan el planeta. En ocasiones, proceden de material reciclado. Al ser un producto biodegradable, no son contaminantes.
Las familias no somos muy dadas a utilizar cubiertos de usar y tirar, pero como sucede con los vasos desechables, hay ocasiones en las que nos viene bien. Como, por ejemplo, cuando organizamos una fiesta infantil.
Actualmente, encontramos, además, cubiertos que se parecen a los de plástico, pero que están fabricados con fibra de maíz. Otro material orgánico que no daña el medioambiente.
Cómo saber que un artículo es reciclado y reciclable.
Tal y como hemos visto, los hogares tenemos opciones a nuestro alcance para ir eliminando los plásticos de nuestra vida diaria. Sin embargo, una duda que nos puede aparecer es si el envase que hemos adquirido es reciclado y reciclable.
El blog Reduce, Reutiliza, Recicla informa que esto lo podemos saber mirando el etiquetado del artículo, por medio de una serie de símbolos que aparecen en el envoltorio del paquete o en la etiqueta.
La Unión Europea obliga a todos los fabricantes a facilitar información sobre el origen y reciclado de los envases en las etiquetas. Esto se hace por medio de símbolos estandarizados. Estos símbolos son los siguientes:
- Punto verde. Cuando en una etiqueta aparece un punto verde lo que nos indica es que la empresa fabricante cumple todos los requisitos fijados por la Ley de Residuos. Una vez desechado el envase, el fabricante garantiza que el producto se reciclará y se le dará un nuevo uso. Este símbolo suele aparecer en botellas de vidrio y en algunos envases de cartón o papel.
- Símbolo de Tidyman. Este es un símbolo que consiste en el dibujo de una persona tirando un producto a la papelera. Se trata de un llamamiento que hace el fabricante al consumidor para que se haga responsable con sus residuos, depositándolos en el lugar adecuado.
- El anillo de Mövius. Este es otro símbolo bastante popular en el que aparecen tres flechas que se van curvando y que entre ellas forman un triángulo. Se trata de una imagen que hace referencia a la economía circular. Cuando este anillo aparece solo, tal cual, nos indica que el envase se puede reciclar. Si el símbolo aparece dentro de un círculo, nos está informando que el artículo ha sido fabricado con un porcentaje de material reciclado. En algunos embalajes, como las cajas de cartón, se suele especificar el porcentaje de material reciclado que contienen.
- El semáforo. Lo llamamos así, no porque aparezca un semáforo dibujado en la etiqueta, sino porque pueden aparecer tres marcas de color distintas en el etiquetado. Una marca amarilla, una azul o una verde. Esta señal está orientando al consumidor a cerca de qué contenedor es el adecuado para depositar el envase. Si la marca es amarilla va a la amarilla y si es verde, al verde.
Los consumidores no somos los principales responsables del planeta, pero podemos poner nuestro granito de arena para conservarlo.