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Errores comunes a la hora de montar una cocina

A veces creemos que lo importante es elegir el color de los muebles o el estilo de las puertas de la cocina, pero lo básico está en cómo organizas el espacio, qué materiales eliges y cómo piensas en tu día a día. De nada sirve tener la cocina más bonita del mundo si no puedes ni abrir un cajón sin chocar con la nevera.

Por eso, aquí quiero repasar esos fallos que son más comunes de lo que pensamos, y cómo se pueden solucionar sin gastar más de lo necesario ni volverse loco.

 

Error 1: No medir bien el espacio

Muchos compran muebles sin tener medidas. Se guían por el ojo, o por una idea general, y luego descubren que el horno no cabe, que la encimera se queda corta o que un mueble bloquea la puerta. Imagínate gastar un dineral en muebles para descubrir que no entran en tu cocina.

La solución es sencilla: medir varias veces y anotar todo. No solo el ancho y el largo, sino también la altura, los enchufes, las ventanas, las puertas y hasta el radiador si tienes uno en la cocina. Parece obvio, pero de verdad, es un detalle que muchos pasan por alto. Y si puedes, dibuja un plano, aunque sea a mano, para ver cómo encajan las cosas. Hoy en día hay APPs gratuitas que te ayudan a hacer eso, así que no hay excusa.

Si dudas, pide ayuda a alguien que tenga experiencia o que tenga paciencia para revisarlo contigo.

 

Error 2: Poner muebles sin pensar en la funcionalidad

La cocina es un espacio de trabajo: vas a cocinar, lavar, guardar y limpiar ahí. Si pones un horno lejos de la encimera, cada vez que quieras sacar una bandeja vas a sufrir. Si dejas la nevera en la otra punta de la cocina, perderás tiempo y energía yendo de un lado a otro.

La solución está en organizar lo que llaman el “triángulo de trabajo”: la nevera, el fregadero y los fogones deberían estar cerca entre sí, para que te muevas poco y tengas todo a mano. No tiene que ser un triángulo perfecto, pero sí una distribución lógica. Yo lo probé en casa de una amiga, que tenía la nevera justo al lado del fregadero y la encimera amplia al lado de los fogones. Era una maravilla cocinar allí porque todo estaba en su sitio.

Además, piensa en la altura de los muebles. No todos medimos lo mismo, y tener una encimera demasiado alta o demasiado baja es incómodo.

 

Error 3: Elegir materiales solo por el precio

Es normal querer ahorrar, pero irse solo a lo más barato no siempre es buena idea. Una encimera muy barata puede rayarse o quemarse en dos días. Un fregadero de baja calidad puede acabar lleno de manchas imposibles de quitar. Y, al final, lo barato sale caro. Lo mejor es encontrar un equilibrio entre calidad y presupuesto. No digo que te compres lo más caro, pero sí que compares, que leas opiniones y que pienses en el uso que le vas a dar.

Por ejemplo, si cocinas mucho, una encimera resistente es más importante que unas puertas con un diseño llamativo. Si casi no cocinas, entonces tal vez puedas ahorrar ahí y gastar en electrodomésticos que te hagan la vida más fácil.

Algo que aprendí es que hay materiales que parecen iguales a simple vista, pero no lo son. Así que antes de decidir, pregunta, toca, mira muestras y compara.

 

Error 4: No pensar en el almacenamiento

Cuando ves la cocina vacía piensas que hay sitio de sobra, pero la realidad llega cuando empiezas a meter ollas, platos, vasos, tuppers, especias, alimentos… y de repente no cabe nada. Terminas con encimeras llenas de cosas y una cocina que parece siempre desordenada.

La solución es planear desde el inicio cuánto almacenamiento necesitas. Piensa en lo que tienes ahora y en lo que realmente usas. Cajones profundos para ollas, baldas regulables, armarios altos que aprovechen hasta el techo… todo eso suma. También hay trucos como poner organizadores dentro de los cajones o baldas extraíbles que te hacen la vida mucho más fácil.

Un consejo personal: nunca pienses “con este espacio me sobra”, porque siempre acabas con más cosas de las que imaginas. Mejor que sobre un poco de almacenamiento a que falte.

 

Error 5: No prestar atención a la iluminación

La luz en la cocina es mucho más importante de lo que parece. He visto cocinas con lámparas preciosas en el techo, pero luego, cuando cocinas, no ves bien lo que haces porque justo tu sombra tapa la encimera. Eso no solo es incómodo, también puede ser peligroso.

La clave está en combinar diferentes tipos de luz: una general en el techo y luces puntuales en las zonas de trabajo. Hoy en día hay tiras LED que se colocan debajo de los muebles superiores y que iluminan la encimera de maravilla. No consumen casi nada y hacen que cocinar sea mucho más cómodo.

Otra cosa: si tienes ventana en la cocina, aprovecha la luz natural. No tapes la ventana con muebles que bloqueen la entrada de sol. La luz natural no solo es práctica, también cambia totalmente la sensación de tu cocina.

 

Error 6: Olvidar las cocinas modulares

Uno de los fallos que más veo es no considerar la opción de las cocinas modulares. Mucha gente piensa directamente en muebles a medida, cuando en realidad las modulares son mucho más prácticas, flexibles y económicas. Además, suelen adaptarse bien a casi cualquier espacio y te dan la posibilidad de cambiarlas con el tiempo.

La ventaja de una cocina modular es que puedes combinar los módulos como quieras, moverlos o sustituirlos sin tener que desmontar todo. Eso significa que si en unos años quieres cambiar solo una parte, no tienes que gastar de nuevo en una cocina completa. Y lo mejor es que el montaje suele ser mucho más sencillo.

Modular Cocinas, una tienda online que vende este tipo de cocinas, nos explican que “las cocinas modulares ofrecen soluciones prácticas y adaptables, porque están pensadas para que cada persona pueda diseñar su cocina según su espacio y su estilo de vida.”

Me parece que es justo eso lo que se necesita cuando hablamos de cocinas: adaptabilidad y comodidad. Así que no descartes esta opción antes de verla bien.

 

Error 7: No planear los enchufes y tomas de agua

Antes de empezar a montar nada, decide dónde van los electrodomésticos y coloca los enchufes y tomas de agua según eso. No lo dejes al azar. Y no pongas solo los justos: siempre vas a necesitar alguno más. Yo aprendí que en la cocina nunca sobran enchufes, porque entre tostadora, batidora, microondas y otros aparatos, se acaban usando todos.

Planear estas cosas desde el inicio evita hacer reformas a medias después. Y créeme, no hay nada más pesado que tener que romper una pared porque olvidaste un enchufe.

 

Error 8: No dejar espacio libre en la encimera

Parece una tontería, pero uno de los fallos más comunes es llenar la encimera de electrodomésticos o muebles y olvidarse de dejar espacio para trabajar. Una encimera sin espacio libre es un suplicio, porque terminas cocinando en un rincón minúsculo y sin comodidad.

La solución es muy simple: planifica desde el inicio un área amplia y despejada de encimera. No pongas el fregadero en medio si puedes evitarlo. Deja un tramo largo donde realmente puedas picar, amasar o preparar lo que quieras. Y si tienes electrodomésticos pequeños que usas poco, guárdalos en un armario en lugar de dejarlos siempre fuera.

Al final, la encimera es el lugar donde realmente vas a trabajar, y tener espacio libre es lo que marca la diferencia entre una cocina cómoda y una que desespera.

 

Error 9: No pensar en la ventilación

Una cocina sin buena ventilación es una pesadilla. Cocinas algo y el olor se queda en toda la casa durante horas. O, peor aún, se concentra el vapor y termina dañando los muebles. Muchos se olvidan de esto porque piensan solo en el diseño y no en lo práctico.

La solución es tener una buena campana extractora y, si es posible, una ventana que puedas abrir mientras cocinas. No te conformes con una campana decorativa que apenas extrae humo: busca una que realmente tenga potencia y que se adapte al tamaño de tu cocina. Y si no tienes ventana, al menos asegúrate de que la campana sea de calidad.

La diferencia se nota muchísimo cuando cocinas. No hay nada más agradable que poder ventilar rápido y que tu cocina no huela a fritura todo el día.

 

Vas a pasar mucho tiempo en la cocina

Por eso, antes de lanzarte a comprar muebles o electrodomésticos, párate un momento, piensa en cómo usas tu cocina ahora, qué te falta, qué te sobra y qué te gustaría cambiar.

No importa si eliges una cocina modular, si haces todo a medida o si combinas un poco de ambos. Lo importante es que tu cocina funcione para ti y que no te arrepientas a los pocos meses. Al final, lo que cuenta es tener un espacio cómodo, práctico y que de verdad disfrutes cada día.

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