En primavera, cuando comienza la llegada del buen tiempo, la naturaleza despierta y con ella ¡las plagas! Esos incómodos visitantes que pueden comprometer el bienestar de nuestras plantas y la belleza de nuestro jardín.
Eliminar las plagas del jardín se convierte en una tarea clave para esta temporada. Una que no podemos demorar dado el increíble poder de colonización de estos insectos. Así que si queremos disfrutar de la belleza de nuestras áreas naturales en casa durante la primavera y no comprometer su bienestar debemos eliminar las plagas del jardín desde el principio.
Para esto, al igual que hacemos cuando queremos cuidar de una planta en específico, en el caso de las plagas también es muy importante saber identificarlas, ya que es la mejor manera de poder elegir el producto más adecuado para terminar con ellas incluso cuando todavía no dan la cara.
El mejor consejo para eliminar las plagas del jardín es conocer a fondo las más habituales que podemos encontrar. Hay unas que aparecen en primavera, y nos acompañan también durante los meses de verano. Dos estaciones en las que su presencia obliga a estar especialmente atentos al jardín. Y es que nada como aprender a identificar sus síntomas en nuestras plantas para poder atajarlas antes de que se instalen.
Las 5 plagas de jardín más habituales y como combatirlas
Como comentábamos,eliminar las plagas del jardín desde su primer síntoma es clave ya que estas tienden a reproducirse a gran velocidad y suelen ser muy voraces. Un aspecto que hace que puedan comprometer la salud de una planta en casi un abrir y cerrar de ojos.
Además, otra característica propia de ellas, es que no suelen venir solas, si no que suelen atacar a nuestras plantas de forma simultánea. Esto también nos obliga a que a la hora de eliminarlas, tengamos que utilizar un tratamiento para plagas que tenga una cobertura más amplia, que nos permita utilizar un solo producto que se deshaga de todas a la vez.
Por supuesto, no solo debemos aprender a eliminarlas, sino también a prevenirlas. Y es que hay ciertas praxis en jardinería que suponen un auténtico imán para ellas, y si queremos evitarlas, debemos comenzar por prestar atención incluso al abono que utilizamos para nuestras plantas. Por ejemplo, aquellos fertilizantes con un exceso de nitrógeno en su formulación provocan que la planta crezca en exceso, pero sin fortaleza. Un factor que la hará más vulnerable ante la llegada de las indeseables plagas.
Por otro lado, erradicar las malas hierbas del jardín también es fundamental, ya que las mismas representan un foco de transmisión para plagas y enfermedades.
A continuación, Fumicón, empresa especialista en servicios de control de plagas, te presenta cinco incómodos y comunes visitantes del jardín y como combatirlos de forma efectiva:
1. Pulgón
Cuando se habla de eliminar las plagas del jardín, está es la primera que viene a la mente, ya que es una de las más clásicas y habituales de los meses de buen tiempo.
El pulgón se caracteriza por ser un insecto de cuerpo menudo, en un color muy oscuro o bien verde claro. Tiende a alojarse en la parte trasera de las hojas, por lo que si es oscuro puede detectarse con facilidad. Otro de los síntomas de que hemos recibido la visita de un pulgón es que las hojas más jóvenes de la planta presenten un aspecto rizado.
Otros dos métodos infalibles para detectar el pulgón son: por un lado, la presencia de hormigas, que actúan como defensoras naturales del pulgón. Estas son como unas aliadas que lo protegen, y que también tendremos que controlar si queremos frenar el avance de esta plaga.
Por otro lado, también le acompañan las mariquitas, un insecto que es depredador natural del pulgón. Así que a diferencia de las hormigas, las encontramos en las inmediaciones de nuestra planta, debemos elegir un tratamiento de plagas que más bien sea respetuoso con ellas.
2. Cochinilla
Esta es una plaga común en lugares con climas secos y puede aparecer tanto en el jardín como en plantas de interior.
A diferencia de otras plagas, no solo se da en los meses de buen tiempo, sino que también la podemos encontrar en otoño, sobre todo dentro de las casas.
La cochinilla puede tener un aspecto oscuro o blanco, si se trata de la algodonosa. Es una especie de lapa que se adhiere a las hojas, al igual que el pulgón, succiona la savia de las plantas y por lo general, las encontramos en plantas con mucha densidad de hojas.
Detectarla se hace muchas veces por el rastro que van dejando. Además de que su presencia deforma las hojas y brotes nuevos, dejando a su paso un reguero de manchas blancas o marrones que decoloran las hojas. Estas marcas viscosas, a su vez, atraen hacia la planta hongos que se alimentan de esta baba, por lo que la salud de la planta puede comprometerse todavía más si hace acto de presencia el hongo negrilla.
En este caso, debemos utilizar un producto para plagas específico, sin olvidarnos de realizar una limpieza de la planta infectada. Por ejemplo, con un algodón mojado en alcohol podemos eliminar de las hojas la sustancia que dejan a su paso.
3. Taladro del geranio
Este es el azote de las preciosas plantas con flor. Y es que esta plaga es tan fuerte, que más bien es de aquellas que debemos intentar prevenir en vez de esperar a que aparezcan para eliminarlas. Y es que ya para cuando hemos detectado los túneles que excava en las ramas del geranio, suele ser demasiado tarde.
La manera de adelantarnos a él es observando si hay mariposas cerca de nuestros geranios, ya que estas son las que encuentran en estas plantas el lugar perfecto para depositar sus larvas. Así, estas crecen alimentándose de la savia de la planta hasta completar su ciclo y convertirse en mariposas.
Para evitar que ese ciclo acabe con nuestros geranios, lo ideal es evitar que la mariposa del geranio ponga sus huevos, utilizando un antiplagas específico que proteja a la planta de su presencia.
4. Moluscos
Además de las plagas que aparecen en las plantas, también hay algunas que podemos encontrar en los suelos. Y es que gusanos, caracoles y babosas pueden poner en peligro nuestras plantas cuando su presencia es alta.
Estos visitantes, además de comer raíces y bulbos, también sienten predilección por las plantas de huerto. Por lo que si nuestro jardín contiene esos elementos, es inevitable que toquen a nuestra puerta.
En el caso de los gusanos, que devoran bajo la superficie, podemos sospechar su presencia si nuestra planta pierde vigor y parece enferma. En el caso de babosas y caracoles, su mayor evidencia son los mordiscos que dejan como rastro en las hojas.
Las medidas que deberemos tomar para alejar a estos indeseables visitantes son: acolchar la base de nuestras plantas y utilizar insecticidas en grano. Tan solo es necesario colocarlos sobre el sustrato y alrededor de la base de la planta.
5. Mosca blanca
A esta plaga se la reconoce fácilmente porque su color destaca sobre la hoja pero, también, por las decoloraciones que deja en las hojas que devora.
Su forma de actuar es similar al pulgón, ya que a pesar de llamarse mosca se trata de una chinche, el cual aprovecha el envés de las hojas para poner sus huevos. También se alimenta de savia y, como la cochinilla, deja un rastro viscoso y potencialmente nutritivo para los hongos.
La podemos encontrar en lugares con climas con altas temperaturas y muy húmedos, y se suele eliminar con tratamientos contra plagas específicos.
Remedios caseros para las plagas de jardín
Los plaguicidas que encontramos en muchas tiendas y que te hemos recomendado a lo largo del articulo son sumamente eficientes a la hora proteger los cultivos contra insectos, hongos, malezas y otras plagas. Sin embargo, si quieres optar por una forma más natural de combatir estas plagas, te recomendamos tres remedios caseros para mantenerlas a raya:
- Ajo.
Ya que el ajo es un potente repelente de insectos capaz de ahuyentarlos, puedes preparar un spray de la forma siguiente:
- Triturar en la licuadora una cabeza de ajo con algunos clavos (especie) y dos vasos de agua hasta conseguir una mezcla homogénea.
- Dejar reposar esta mezcla un día entero y después se le añade 3 litros de agua más.
- Aplicar vaporizando directamente las hojas de las plantas.
- Tomate.
Las hojas del tomate son ricas en alcaloides, un excelente repelente para pulgones, gusanos y orugas. Lo que debes hacer es llenar dos tazas con hojas de tomate picado y agregar agua. Luego, deja reposar al menos una noche y diluye la mezcla en dos vasos de agua. Eso sí, cuida mantenerlo lejos de animales domésticos porque puede ser tóxico para ellos.
- Cilantro
Para acabar con los ácaros, el cilantro es un gran aliado. Lo primero es hervir esta planta con agua durante unos 10 minutos, para luego colar la mezcla y echarlo en el huerto o jardín con la ayuda de un spray.