Todos y todas hemos sufrido esos molestos pinchazos apuntalando nuestros músculos como si un centenar de mosquitos, nos asestarán picotazos simultáneamente, a la vez que un particular hormigueo, nos impide movernos correctamente. Esa serie de pinchazos molestos y dolorosos, afectan a todo aquel mortal que ose iniciarse en una práctica deportiva, un trabajo físico al que no esta acostumbrado o el aumento de la intensidad del ejercicio. Agujetas. Todos sabemos quienes son y todos las hemos sufrido, no una, ni dos, montones de veces. Sobre todo, en el colegio, cuando tras las clases de gimnasia de inicio de curso, salíamos hiperfatigados y al día siguiente, molidos por los pinchazos odiábamos al profesor.
Para los deportistas habituales o las personas que desarrollan actividad física de forma continuada, hablar de agujetas, es hablar del pan de cada día. Saben como paliarlas, evitarlas y en que consisten exactamente estos dolores musculares. Como algunos y algunas hemos padecido este mal en muchas ocasiones, pero hace mucho que no las sufrimos, hemos investigado un poco en el asunto y así, evitar su sufrimiento si nos decidimos a entrenar o realizar trabajos físicos a los que no estamos acostumbrados o acostumbradas.
Los expertos en organización de torneos deportivos de Sport & Balance, no han dudado en hablarnos al respecto. Nos han quitado de la cabeza esa idea arraigada de que se trata de la cristalización del ácido láctico en los músculos y de que el azúcar en agua, las previene, alivia y elimina.
Podemos decir que cuando un músculo pasa mucho tiempo sin realizar un sobreesfuerzo, al ejecutarlo y “despertar”, aparecen las temidas y molestas agujetas. Para entender causas y síntomas, empecemos por definir que son en realidad.
Dolor muscular de origen tardío
Este es el nombre con el que la medicina bautizó este característico dolor, cuyo nombre coloquial y aceptado socialmente es agujetas, de aguja. El nombre común con el que denominamos esta incomoda sensación y dolor muscular tras realizar una actividad física a la que el músculo no esta acostumbrado, debe su denominación a que su curso, se asemeja a la sensación de sentir infinidad de agujas, clavándose en el músculo afectado.
El cuadro clínico es reconocido tanto por médicos como por pacientes y todo el mundo sabe a que se refiere la palabra y cuales, son los síntomas que la acompañan.
Este dolor muscular de origen tardío, aparece horas después de que se produzca el detonante del mismo: la práctica de actividad física. Las agujetas, afectan a prácticamente todas las personas a lo largo de toda la vida y aparecen cuando se inicia o continua una actividad física a la que no estamos acostumbrados. El incremento de niveles dentro del desarrollo de la actividad, también puede dar como resultado la aparición de agujetas. La incidencia real de la dolencia, no puede conocerse puesto que, aun siendo un dolor molesto, no se trata de una lesión propiamente dicha y no requiere de una visita al médico para diagnosticarla.
Las causas de las mismas, son de sobra conocidas: el sobre esfuerzo del músculo. Cualquier aumento de trabajo en los grupos musculares va a dar como resultado, la aparición de agujetas. Este sobre esfuerzo, se produce generalmente, cuando una persona, empieza a practicar deporte o cualquier tipo de trabajo físico, o bien, cuando tras un periodo de descanso o en el que no se ha llevado a cabo la actividad, esta se reinicia. En personas entrenadas y habituadas al sobre esfuerzo muscular, pueden aparecer cuando se aumente o varíe de forma notable el trabajo realizado. Es decir, aumentar el tiempo de entrenamiento, incrementar el peso o las repeticiones a realizar.
A pesar de los muchos avances en la ciencia y la medicina, todavía no están totalmente claros cuales son los mecanismos reales que provocan este dolor tan característico. La evidencia deja claro que el dolor se relaciona directamente con el desarrollo de series de máxima fuerza y aparece, por norma general, en la musculatura que no esta especializada en ese trabajo o movimiento en concreto. También es sabido que las agujetas, aparecen cuando se producen contracciones de tipo excéntrico, en las que el músculo se alarga.
Síntomas inequívocos y como tratarlos
Nos los conocemos de primera mano, pues todos hemos tratado con ellos en más de una ocasión. Aun así, a lo mejor nos sorprende descubrir algo nuevo en lo que respecta a este molesto dolor muscular. El cuadro clínico que presentan las agujetas cursa con los siguientes síntomas:
- Dolor muscular que aparece en un músculo deshabituado. En especial tras la ejecución de contracciones excéntricas. Durante las primeras veinticuatro a setenta y dos horas, este dolor puede ser muy intenso e incapacitante. El pico máximo de dolor se alcanza a las cuarenta y ocho horas tras la realización del sobre esfuerzo y la desaparición total del mismo, a los cinco o siete días.
Ante una exploración del músculo afectado, el dolor se localiza en las partes distales, donde el músculo se une con el tendón por ser este, el lugar donde se encuentran más receptores. Las agujetas severas, afectan prácticamente a la totalidad del músculo, encontrándose este, tenso y tumefacto.
- Disminución del rango de movimiento y la fuerza del músculo y la zona afectada.
- Sensación de rigidez junto a hinchazón y espasmos musculares.
- Hipersensibilidad en la musculatura afectada, sobre todo tras una palpación o realizar un movimiento.
Estos síntomas tan conocidos, son comunes a todos los que padecen agujetas. Rara vez requieren atención médica y la recuperación es rápida y carente de secuelas.
Si te gusta el deporte, hay que lidiar con las agujetas. Se trata de un peaje que hay que pagar, sobre todo, cuando se inicia el tratamiento. La mejor manera de tratar las agujetas es seguir con la actividad deportiva, aunque reduciendo la intensidad y duración de la misma durante los dos o tres días posteriores a su aparición. En los casos en los que el dolor es muy intenso e incapacitante, es aconsejable un reposo deportivo de uno o dos días.
Para aliviar las molestias, nada de agua azúcar, la terapia física como los masajes de descarga y los estiramientos suaves pueden ayudar a aligerar el dolor. Los analgésicos se utilizan cuando el dolor es muy intenso, pero no es necesario para solucionar el problema.
Padecer agujetas esta exento de complicaciones mayores, salvo que se dé la circunstancia de que el dolor persiste más de tres días sin tendencia a disminuir, que habrá que valorar la posibilidad de que exista alguna patología tras el dolor. Hay que ser conscientes de que entrenar a máximo nivel cuando se sufren agujetas, es contraproducente ya que existe mayor riesgo de sufrir alguna lesión muscular. Aunque el propio dolor no va a permitir al deportista realizar demasiado esfuerzo, conviene tenerlo en cuenta.
Difícil de prevenir
No se pueden evitar ni prevenir, salvo que no te muevas ni practiques ejercicio físico. Aun sin existir una serie de medidas preventivas para evitar la aparición de las molestas agujetas en nuestro cuerpo, se pueden seguir una serie de recomendaciones a la hora de entrenar que pueden minimizar su aparición:
- Realizar una actividad física acorde a las posibilidades del individuo y de la situación actual.
- Hacer la progresión de la carga y el volumen de entrenamiento de forma lógica y ascendente.
- Alimentarse e hidratarse correctamente.
- No olvidar el calentamiento previo y los estiramientos posteriores.
- Descansar entre entrenamientos y dentro del mismo.
- Evitar hacer cambios bruscos en la forma de entrenar.
- Cuidar la musculatura con masajes y estiramientos.
Se sabe que las agujetas, consisten en microrroturas del músculo que, se producen tras un esfuerzo muscular al que el mismo, no esta acostumbrado. Hacer esos entrenamientos de forma gradual y de acuerdo a las circunstancias, minimizará su aparición.
Para muchos deportistas, la aparición de agujetas, es sinónimo de haber realizado la ejecución de los ejercicios de entrenamiento de manera adecuada. El dolor y los pinchazos de las mismas, indican que ese músculo, ha despertado de su letargo y esta empezando a trabajar y funcionar.
De hecho es buen síntoma padecer agujetas de cuando en cuando, eso indica que el aumento en la intensidad es apropiado y los músculos implicados, responden adecuadamente. Esto es así siempre y cuando no hablemos de dolores intensos e incapacitantes, en cuyo caso, hablamos de un sobre esfuerzo mayor y mal realizado.
En cualquier caso, las agujetas, forman parte de nuestra vida. Todos, quien mas y quien menos, las hemos sufrido y sufriremos, en mayor o menor medida. Minimizar su impacto y sus consecuencias siguiendo las recomendaciones mencionadas anteriormente es fácil, sencillo y eficaz. Nada de agua con azúcar para quitar el dolor, mejor una serie de estiramientos y un masaje de descarga.
Para los más curiosos, señalar que existen investigaciones al respecto y se están llevando a cabo estudios para identificar en que medida, las agujetas afectan a la fuerza muscular, analizando la fuerza antes, durante y después de padecer agujetas. Cuanto menos, resulta interesante saber en que afecta este dolor que aparece y desaparece cada vez que hacemos algún ejercicio diferente.