La frase “hay una edad para cada cosa” seguro que es una de las que más has escuchado a tus padres. Y no te das cuenta de que es verdad hasta que el rol de ser padre lo tienes tú. Y es que es cierto, la vida pasa y da oportunidades para todo, pero está claro que hay que esperar a cada momento. Y la primera visita al dentista de un niño es una de esas preguntas que siempre nos hacemos. Desde la Clínica dental Gaudí, que son expertos en las técnicas de odontopediatría, recomiendan que los niños visiten por primera vez al odontopediatra entre los 3 años, cuando ya han salido todos los dientes de leche, y los 6 años, cuando empieza el recambio dental. Sin embargo, en esta recomendación siempre hay matices.
En la primera visita, el odontopediatra comprobará la posible existencia de caries y/o alteraciones del crecimiento o de la posición de los dientes. Además, el profesional aconsejará a los padres sobre la higiene bucodental del niño y dará indicaciones sobre la correcta técnica de cepillado. Y es que es estos hábitos son esenciales para que posteriormente nuestros hijos mantengan una frecuencia en sus hábitos de salud bucodental. No es la primera vez que un hijo se lamenta de que sus padres no fueron más “férreos” en estos aspectos.
A partir de ese momento, se aconseja que acudan al dentista una vez al año. Esperemos que los padres no lo vean como un gasto, sino una inversión. De un buen cuidado en estos primeros años, puede nacer la posibilidad de no tener que necesitar en los posteriores alguna técnica o tratamiento más costoso.
Odontopediatría
La Odontopediatría es la rama de la Odontología encargada del control, seguimiento y evolución de la salud oral de los niños desde la infancia hasta la adolescencia. Y es que cualquier alteración durante la fase de dentición temporal (lo que conocemos como dientes de leche) puede influir en las piezas definitivas. Por tanto, es importante tratar las posibles anomalías desde las primeras etapas de su vida.
Problemas dentales
A continuación vamos a hacer un listado de los principales problemas dentales que te puedes encontrar entre los más pequeños. Y ojo, porque no son pocos, y todos ellos de gran importancia.
Caries. Es el más común, y por el que seguro que hemos pasado todos. Y es que la caries la podemos desarrollar casi a cualquier edad. Si no es tratada de forma adecuada, lo único que conseguiremos es que aumente el dolor y el deterioro de las piezas dentales, llegando incluso, en algunos casos, a producirse la pérdida de los dientes temporales, lo que desencadena una serie de problemas de oclusión y de posición dentaria. En el caso de los niños la manera de poder evitar que esto se produzca son las revisiones periódicas cada seis meses. Así pues, estate muy atento a la evolución de las caries en tu hijo.
Traumatismos dentales. Es habitual que cuando los más pequeños comienzan a andar sufran golpes y caídas. Muchas veces los dientes son los que se llevan la peor parte. De ahí que haya que prestar mucha atención. Siempre que se produzca un golpe en la boca, lo más recomendable es visitar al dentista de confianza, especialmente si se producen heridas, ya que la mucosa, los labios o el frenillo pueden verse afectados. Y aunque no te tienes que escandalizar, sí te tienes que preocupar por estos golpes que se producen en su mayoría durante juegos o durante la práctica de algún deporte. Mucho ojo porque en ocasiones el traumatismo es tan fuerte que conlleva la pérdida del diente. Si ocurre eso, habrá que acudir cuanto antes al dentista para comenzar con un tratamiento de recuperación.
Gingivitis: Aunque pueda parecer que se trata de una enfermedad de adultos, los estudios más recientes indican que la gingivitis es cada vez más frecuente entre niños, sobre todo a partir de los 5 años de edad. Se acumula placa, una capa invisible de gérmenes sobre los dientes y las encías, que luego se evidencia con inflamación de las encías, enrojecimiento y sangrado. Es el momento de comenzar a cuidar esta enfermedad, ya que el diente puede sufrir mucho e irse dilatando.
Ya has comprobado que son varios los problemas que un niño puede tener en su boca, pese a su corta edad. Por esto, es fundamental inculcar en los pequeños unos buenos hábitos de higiene bucal. Por supuesto hay que enseñarles a cepillarse los dientes de manera correcta, a utilizar el hilo dental y el flúor. No dudes de que se trata de la mejor educación que estás dando y que será un legado magnífico que le dejarás para cuando sea mayor.